Rediseño
de Negocios Usando Patrones
Compartiendo Prácticas para Aumentar la Productividad
Indice
del Capítulo
11.1
El mercado del conocimiento de procesos
11.2 Un modelo digno de considerarse: open source
software
11.3 El desarrollo de patrones y software de
apoyo
11.4 Consecuencias para la educación
11.5 Consecuencias para el desempeño de las
empresas
CAPITULO
11: CONSECUENCIAS DEL ENFOQUE PROPUESTO
En
este capítulo examinamos algunas consecuencias que se derivan del
enfoque de patrones propuesto en este libro, las cuales, así lo
estimamos, abren posibilidades insospechadas en la mejora de las
prácticas de gestión y desarrollo de software de apoyo. Al mismo
tiempo, entregamos nuestra percepción acerca de cómo se pueden desarrollar
y proyectar los patrones hacia el futuro.
11.1
El mercado del conocimiento de procesos
El
conocimiento asociado a las prácticas de gestión particularmente
aquellas incorporadas en los procesos y el software de apoyo
al funcionamiento organizacional, han tenido una oferta que ha ido
variando en el tiempo. Así, poco después de la introducción del
computador, en las décadas de los 60 y 70, este conocimiento era
fundamentalmente propietario, ya que las prácticas de trabajo y,
especialmente, el software de apoyo eran desarrollados en forma
particular para cada empresa. Esto hacía difícil que otras empresas
pudieran profitar del tal conocimiento, ya que los mecanismos de
transferencia por ejemplo, contratación de personal con experiencia
en otras empresas, publicaciones profesionales e instituciones educacionales
no eran eficientes.
La
situación anterior cambió significativamente en las décadas posteriores,
en cuanto a accesibilidad al conocimiento de gestión, al masificarse
el uso del computador y aparecer los paquetes de software de apoyo
a la gestión finanzas y contabilidad, producción, ventas,
personal y otros y al producirse una codificación de la gestión
en "mejores prácticas" por parte de las empresas consultoras.
Sin embargo, el conocimiento siguió siendo propietario, pero disponible
para aquellas empresas que pudieran pagar, debido al costo del software
y/o de la consultoría en mejores prácticas. Además, el mercado se
segmentó de acuerdo con las posibilidades de pago de las organizaciones.
Así, existen soluciones económicas de paquetes de software de gestión
en el orden de unos pocos miles de dólares que tienen
prácticas de trabajo implícitas que debe descubrir y adaptar el
usuario, sin apoyo de consultoría, ya que ésta sería mucho más cara
que el producto.
Un
segmento intermedio con rangos de precios de varias decenas
de miles y unos pocos cientos de miles tampoco contiene prácticas
de trabajo explícitas, pero el software provee una serie de parámetros
y opciones que permitirían adaptar, dentro de ciertos límites, el
apoyo computacional a los procedimientos que la empresa utiliza
o a otros rediseñados; por ejemplo, una opción para pagar automáticamente
a proveedores a partir de lo consumido de bodega, para situaciones
en que ellos manejan el stock que queda en consignación. Sin embargo,
pocas empresas usan esta posibilidad de manejo explícito de procesos
y se conforman con implementar los paquetes en forma rígida, eligiendo
parámetros u opciones por defecto excepto aquellos que, obviamente,
deben adaptarse, como tasas de IVA, leyes sociales e impuestos y
plan de cuentas de la contabilidad. Esto se debe a que el esfuerzo
de analizar procesos, sin tener elementos explícitos de referencia,
es complejo, demoroso y requiere de consultores especializados que
son costosos.
Por
último, tenemos el segmento alto de software de gestión sobre
medio millón de dólares, el cual sí define prácticas de gestión
explícitas. Estas toman la forma de modelos de referencia [20] en
la terminología de uno de los proveedores líderes, los cuales
son modelos de procesos que atacan en forma superficial las prácticas
de trabajo, enfatizando, más bien, el apoyo computacional al proceso.
Sin embargo, proveen muchas opciones de manejo de un proceso, por
medio de la posibilidad de seleccionar entre cientos de modelos
de referencia alternativos por ejemplo, para planificación
de producción en empresas que fabrican en forma discontinua (job
shop) o para empresas de producción continua y de adaptar
un modelo de referencia particular a un caso específico, junto con
el software de apoyo, por medio de parámetros y opciones por
ejemplo, para manejar inventario de productos o trabajar just
in time. El esfuerzo de adaptación de los modelos de referencia
y del software es complejo y requiere especialistas de alto nivel
teniendo muchas de las empresas internacionales líderes de
consultoría grupos que proveen este tipo de apoyo que son,
también, de significativo costo*. Esto ha hecho que muchas
empresas grandes que teóricamente pueden pagar tales costos
hayan evitado el uso de los modelos de referencia y, por lo tanto,
el análisis de los procesos, centrándose en la adaptación indispensable
del software para que calce con la situación vigente. De hecho,
algunos consultores de empresas internacionales declaran explícitamente
que, para asegurar el éxito en la implementación de estos paquetes,
deben realizarse los menos cambios posibles en el software empaquetado
[18]. Además, los proveedores de éstos han reaccionado ante esta
tendencia proveyendo vías rápidas de implementación que tienen como
filosofía la de mínimo cambio en el software y, por lo tanto, en
las prácticas del proceso.
Todo
lo anterior nos lleva a concluir que el mercado del conocimiento
de manejo de procesos, envasado en paquetes de software de gestión,
tiene una oferta que por las rigideces y dificultades de adaptación
de tales paquetes no facilita ni promueve la innovación en
las prácticas asociadas a los procesos.*
Se
podría argumentar, no obstante, que se puede aplicar conocimiento
de manejo de procesos, no envasado en software disponible
en la literatura y por medio de especialistas calificados,
para rediseñarlos e implementarlos con software hecho a la medida.
Sin embargo, esta posibilidad es cada día menos eficiente, ya que
el costo de construir software desde cero tiende a encarecerse en
comparación al de los paquetes. Además, el riesgo de que las aplicaciones
a la medida funcionen con enormes demoras o, que no funcionen, es
alto, de acuerdo a la experiencia, y muchas empresas están evitándolo.
¿Cuál
es, entonces, el camino para sacarle partido al enorme activo de
conocimiento de manejo de procesos existente, para rediseñar los
procesos de una empresa y crear el software de apoyo?
El
enfoque expuesto en este libro provee, en nuestra opinión, una vía
para resolver la disyuntiva planteada. Explicamos, a continuación,
la manera en que proponemos que esta vía se desarrolle.
11.2
Un modelo digno de considerarse: open source
software
El
concepto de software-fuente-abierto que consiste en hacer
disponible sin costo los programas-fuente ha tenido un violento
desarrollo debido a la popularización de Internet. Esto se explica
por el hecho de que este canal provee un medio eficiente y barato
para hacer disponible el código en forma masiva.
Ahora
bien, ¿por qué abrir el software? La idea fundamental que lo justifica
es lo que podemos llamar "desarrollo cooperativo". Es
decir, al estar los programas-fuente en las manos de muchas personas,
mejora la probabilidad de identificar errores en el software uno
de los problemas que no han podido solucionar ni los más grandes
fabricantes de paquetes, el cual todos sufrimos día a día
y hace posible que muchas inteligencias contribuyan a la mejora
del producto. El supuesto detrás de esta idea es que hay gente competente
dispuesta a trabajar gratis por algún tipo de motivación: reputación,
entretención, etc. Que esto es posible ha sido probado en el caso
más famoso de software abierto: Linux. Este sistema operativo, derivado
de UNIX uno de los pocos que corre en múltiples plataformas,
ha llegado a ser tal vez el mejor en su tipo particularmente
en cuanto a su confiabilidad con la colaboración de muchos
desarrolladores de todo el mundo [22].
Aparentemente,
una de las motivaciones de los que han contribuido al desarrollo
de Linux es poder contar con un producto perfeccionado libre
de errores, estable, eficiente para beneficio de ellos mismos
y otros. Esto no significa que no haya oportunidades de lucro asociadas
a este tipo de producto: los beneficios monetarios provienen de
los servicios necesarios; por ejemplo, actualización de versiones,
empaquetamiento y distribución, soporte y consultoría. De hecho
hay firmas comerciales que realizan estas tareas y cobran por ello
[58].
Linux
ha tenido tal éxito que, recientemente, los dueños de uno de los
productos líderes en el mercado de los browsers Netscape
Communicator han hecho público su código fuente*.
El
modelo Linux no debe confundirse con la idea del regalo indiscriminado
de software propuesto por los adherentes al shareware,
que implica la propiedad pública de toda forma de software y donde,
habitualmente, no hay desarrollo colaborativo y se distribuye sólo
código ejecutable.
11.3
El desarrollo de patrones y software de apoyo
Examinamos,
a continuación, cómo seguir con el desarrollo de los patrones y
software de apoyo.
En
primer lugar, consideremos el caso de grandes organizaciones que
tienen muchas réplicas del mismo proceso. Un caso presentado en
este libro es típico al respecto: el de atención de pacientes en
consultorios y hospitales. Al tener grandes organizaciones típicamente
públicas que manejar un importante número de unidades de servicio
por ejemplo, cientos, es claro el beneficio de desarrollar
patrones de atención y software de apoyo en forma centralizada y
dejar en las manos de cada unidad las pequeñas adaptaciones locales
y la implementación. Otros casos del sector privado serían grandes
bancos con cientos de sucursales, donde se replican varios procesos
que deberían corresponder a un patrón y software únicos, y grandes
empresas de telecomunicaciones, donde múltiples centros geográficos
de negocios, que proveen los mismos productos y servicios, deberían
también compartir patrones de procesos y software. Un ejemplo de
empresa que evidentemente ya ha hecho lo recién indicado por
lo menos, al nivel de las prácticas humanas del proceso es
McDonalds, que asegura las mismas prácticas de atención en cada
punto de venta del planeta.
En
este tipo de caso recién descrito, es evidente que se justifica
un esfuerzo particular dentro de cada una de las organizaciones
para tener sus propios patrones y software.
En
el caso de empresas que no tienen las economías de escala de las
organizaciones recién analizadas particularmente medianas
y pequeñas, el desarrollo de patrones y software debe ser
necesariamente colaborativo. Bosquejamos, a continuación, cómo creemos
que debería ser este esfuerzo.
Primeramente,
los patrones debieran tener un desarrollo abierto, al estilo de
Linux, por medio de su publicación en un sitio Web. Esto permitiría
el libre uso de ellos y su perfeccionamiento por medio de propuestas
de mejoras de los patrones existentes, nuevas versiones por especialización
a dominios más restringidos e, incluso, especializaciones para casos
particulares. La administración de versiones de los patrones podría
estar inicialmente a cargo de una institución académica, para, posteriormente,
pasar a ser ejecutada por un consorcio de usuarios, al estilo del
OMG. De hecho, ya se ha dado un primer paso en esta dirección y
se han publicado los patrones disponibles en el sitio de este autor*,
al cual se irán agregando los nuevos patrones que se propongan en
el futuro.
La
justificación del porqué las empresas deberían colaborar en este
esfuerzo se deja para después de explicar cómo debería desarrollarse
el software de apoyo a los patrones.
Al
tener patrones públicos aceptados por una comunidad de usuarios,
sería posible que empresas desarrolladoras de software diseñaran
y construyeran clases de objetos con crecientes grados de especialización
para diversos dominios tal como se mostró en el Capítulo 9.
Estas clases serían los módulos con los cuales una empresa particular
comprándolos en el mercado podría armar una solución
de apoyo computacional a un rediseño de proceso, hecho a partir
de cierto patrón de dominio, por medio de especialización. Este
enfoque de desarrollo de software tiene un precedente en librerías
de clases que existen en el mercado por ejemplo, APIs Java,
ampliamente usadas para construir los componentes de menor nivel
de los sistemas, como menús pull down, pantallas de ingreso
de datos, botones, etc. Además, existen los EJB (Enterprise Java
Beans), reseñados en el Capítulo 9. Estos, como se explicó,
proveen un modelo ideal para desarrollar las clases orientadas al
negocio que se derivan de los patrones, el cual permite que se elaboren
de manera descentralizada, por múltiples proveedores, y que se puedan
integrar por medio del software de contenedores y CORBA para su
ejecución.
Lo
recién señalado permitiría la creación de un mercado competitivo
de EJB que proveería las clases que se derivan de los patrones de
proceso, dentro del cual un usuario podría encontrar, eventualmente,
múltiples opciones para la misma clase. Esto implica que la construcción
del apoyo a un rediseño particular sería hecha por especialización
e integración de componentes (clases EJB), minimizando el desarrollo
de código hecho a la medida.
Lo
recién dicho es ventajoso tanto para los usuarios como para los
proveedores de componentes, ya que los primeros evitarían costosos
desarrollos de software a la medida infactibles para empresas
pequeñas y medianas, teniendo una gran capacidad de adaptación
por especialización, y los segundos, podrían vender sus componentes
múltiples veces.
Volvemos,
ahora, a considerar la motivación que tendría un usuario para colaborar
en el desarrollo de los patrones. Esta provendría, fundamentalmente,
de hacer factible el uso de los patrones, tanto desde el punto de
vista de su disponibilidad como de la existencia de software de
apoyo preconstruido. En efecto, si no hay un esfuerzo colaborativo
de muchas empresas medianas y pequeñas, no será posible que cada
una de ellas cuente con patrones que les permitan mejorar sus procesos
de negocios, por problemas de disponibilidad de talento y recursos
financieros. Además, si no existen patrones elaborados y concordados
en forma colaborativa por varias empresas, no será factible el desarrollo
de los componentes de software que habilitan los procesos
por parte de empresas especializadas. Por lo tanto, si no hay colaboración,
no hay patrones ni software y, consecuentemente, mejora de procesos,
lo cual pone en peligro la viabilidad de este tipo de empresas.
Esto
no implica que esperemos que las empresas se agolpen para participar
en una iniciativa de este tipo, ya que los beneficios que se pueden
obtener son a largo plazo e inciertos. Pero creemos que se pueden
formar grupos de empresas similares en un determinado sector por
ejemplo, empresas pertenecientes a asociaciones de exportadores
para desarrollar patrones y mostrar en la práctica los beneficios
de la colaboración, cuya factibilidad fue probada por el proyecto
San Francisco de la IBM, reseñado en el Capítulo 3. Los patrones
derivados de esta colaboración no serían públicos, pero existiría
la posibilidad de vendérselos a otras empresas, junto con el software
de apoyo, siguiendo también el precedente del proyecto San Francisco.
Esta idea podría replicarse en varios sectores incluyendo
grupos de empresas PYMES, que podrían ser apoyadas con fondos públicos
de fomento lo cual, junto con la experiencia de empresas con
replicación en las cuales ya se está trabajando intensivamente
en el desarrollo de patrones, serviría como efecto demostración
para que otras empresas adoptaran el enfoque.
El
conjunto de un patrón que resume el conocimiento que existe
respecto a cómo manejar un proceso en un determinado dominio de
aplicación y el software de apoyo que hace posible llevar
a la práctica cierto manejo en la forma de clases de componentes
que se pueden integrar en un sistema lo hemos llamado Orgware
(ver Capítulo 1), para denotar el hecho de que contiene rutinas
de gestión y computacionales que "hacen funcionar" una
organización, generando comportamientos y un desempeño apropiados.
El Orgware es un concepto nuevo que da la misma importancia a la
definición explícita y diseño de las prácticas del negocio que al
diseño y construcción del software de apoyo, y provee una metodología
para generarlas en forma coherente y unificada. Los enfoques tradicionales
de desarrollo de sistemas y de paquetes de software han considerado
de una manera lateral e imperfecta esta interrelación, que estimamos
vital para asegurar buenos diseños de procesos y adecuado software
de apoyo. Por lo tanto, creemos que nuestro enfoque ofrece una oportunidad
para solucionar un problema largamente vigente en el uso de las
TI en las organizaciones, cual es el divorcio entre los usuarios
que manejan procesos y los especialistas que proveen soluciones
computacionales. La unificación de prácticas organizacionales y
software en el Orgware hace que los usuarios y especialistas tengan
un lenguaje común que facilita una colaboración armónica entre ellos.
Recientemente,
otro autor ha identificado un concepto similar al de Orgware; es
el Messyware, que consiste en el conocimiento institucional
en una cierta área, la experiencia del capital humano, prácticas
de negocios, servicio, foco en la calidad y activos de TI que tiene
una organización para manejar un negocio [24]. No es el producto
o servicio nuclear de la empresa, sino todo lo que lo rodea y, según
el creador de este concepto, es el que explica el valor de muchas
empresas, particularmente aquellas creadas alrededor de la Web.
Si bien el concepto de Messyware puede parecer más amplio
que el de Orgware, el conjunto de procesos y software de apoyo desarrollados
a partir de los patrones, debidamente implementados en el
contexto que provee el recurso humano de la organización, que se
origina en el segundo concepto, es razonablemente equivalente a
lo que incluye el primero.
La
idea de Messyware ha sido elaborada sólo para explicar el
porqué algunas empresas que ofrecen servicios en la Web como
Yahoo, Amazon, Dell y otras están cambiando ciertos mercados
y, a través de ello, dominándolos. La tesis es que la ventaja competitiva
de estas empresas está en las complejas prácticas y otros aspectos
incluidos dentro del Messyware, necesarias para intermediar
con éxito entre productores y consumidores. Sin embargo, no hay
una metodología acerca de cómo generar un buen Messyware.
En cambio, nuestro Orgware está centrado en la idea de cómo generar
prácticas y software que tengan éxito en cualquier tipo de negocio,
lo cual lo hace más general y orientado al cambio organizacional.
11.4
Consecuencias para la educación
Al
tener patrones de procesos predefinidos, aceptados por muchas empresas,
las universidades, que tienen carreras relacionadas con la gestión,
pueden acceder a conocimiento público respecto a las mejores prácticas.
Esto abre varias posibilidades.
Primero,
los patrones proveen una manera muy natural para integrar el conocimiento
funcional que se enseña en los diversos cursos de gestión operaciones,
finanzas, recursos humanos, métodos cuantitativos y de apreciar
cómo las teorías funcionales y las prácticas que se derivan de ellas
se insertan en un proceso. Esto tiene mucho valor para los alumnos,
ya una duda existencial habitual de ellos es cómo y dónde se puede
utilizar el conocimiento adquirido en un ramo.
Segundo,
perfeccionando lo anterior, se podrían desarrollar simuladores de
procesos para lo cual ya existe software apropiado, algunos
de los cuales se han usado en este libro que permitieran a
los alumnos hacer operar un proceso y establecer el efecto en su
desempeño de cambios en las prácticas de trabajo, derivadas de un
conocimiento funcional recién adquirido. Lo importante es que esto
obliga al alumno a pensar en forma sistémica y darse cuenta de que
mejoras locales de prácticas pueden ser anuladas por efectos estructurales
del proceso.
Tercero,
lo ya dicho permite la creación de cursos talleres, verdaderos laboratorios
paralelos a los cursos funcionales, en los cuales los alumnos experimenten,
aplicando el conocimiento funcional al rediseño de los procesos,
idealmente en casos de empresas reales. Esto se vuelve muy factible
hacerlo en períodos cortos de tiempo, ya que todo el conocimiento
de contexto está predefinido en los patrones y el alumno sólo tiene
que centrarse en la aplicación del conocimiento específico asociado
a una parte del proceso, afectada por cierto diseño funcional.
Cuarto,
por medio de los laboratorios del punto anterior, las universidades
se pueden convertir en las codificadoras del conocimiento de procesos,
al incorporar a los patrones conocimiento originado en propuestas
funcionales y validadas empíricamente en casos concretos de mejora
de procesos.
Por
último, lo dicho puede originar una nueva especialidad en las carreras
de ingeniería: la de Ingeniero de Procesos de Negocios. Esta sería
una mezcla de las actuales Ingeniería Industrial o Comercial con
Ingeniería en Computación, con un componente adicional que ninguna
de éstas tiene actualmente, cual es un conocimiento profundo de
las teorías y metodologías asociadas al rediseño de procesos.
11.5
Consecuencias para el desempeño de las empresas
Las
empresas que usen un enfoque como el propuesto en este libro en
las modalidades discutidas en el punto anterior tienen una
posibilidad inmejorable de incrementar sustantivamente tanto su
servicio al cliente como su productividad.
Consideremos
primero el caso de las organizaciones que tienen replicación. De
éstas, las que no han analizado en forma unificada los procesos
que se replican en múltiples instancias que son la mayoría
tienen la posibilidad de reemplazar implementaciones extremadamente
ineficientes en decenas o cientos de puntos diferentes. Para demostrar
este punto, tomemos los casos de hospitales y consultorios públicos
y de una empresa de servicios de telecomunicaciones. A la luz de
trabajos de rediseño de procesos hechos en hospitales específicos
cuyos resultados se dan en los Capítulos 4, 7, y 8,
que muestran un bajo uso de la capacidad instalada, particularmente
pabellones, y un enorme potencial de disminución en los tiempos
de servicio, es claro el valor de aplicar el enfoque propuesto.
De hecho, el retorno social de un proyecto de este tipo debe ser
muchísimo mayor que cualquier otro proyecto de infraestructura hospitalaria,
ya que estamos hablando de la posibilidad de reducir a la mitad
los tiempos de atención (incluido tratamiento) y de incrementar
el uso de pabellones al doble por mejora en los procesos, con recursos
humanos y físicos constantes. Asimismo, en el caso de la empresa
de telecomunicaciones, un proyecto en ejecución actualmente ha determinado
un potencial de mejora en reducción del tiempo de servicio, con
recursos constantes, de, a lo menos, 50% y la eliminación de costos
significativos asociados al inadecuado servicio.
Si
extrapolarnos los casos ejemplificados a diversas instituciones
públicas múltiples puntos de atención del SII, Ser vicio de
Registro Civil e Identificación, diversas reparticiones de ministerios,
retenes de Carabineros, etc. y empresas privadas AFP,
Isapres, bancos, compañías de seguros, cadenas de supermercados,
cadenas de farmacias, etc., tenemos un potencial de incremento
de productividad insospechado, junto con mejoras del servicio. De
las situaciones recién ejemplificadas, ya hay estudios preliminares
de aplicación de patrones en bancos y compañías de seguros, donde
se ha confirmado que es factible disminuir los tiempos de servicio
significativamente, incrementando, al mismo tiempo, la productividad
por mayor volumen de casos procesados.
Ahora,
respecto al caso de empresas que no tienen replicación particularmente
aquéllas medianas y pequeñas, no hay precedente todavía respecto
a la mejora de procesos usando patrones. Sin embargo, otros estudios
más tradicionales de análisis y mejora de prácticas de trabajo han
entregado resultados muy desalentadores respecto al desempeño de
los procesos de ellas. Así, por ejemplo, es habitual encontrar en
estas empresas un manejo informal del inventario de productos terminados
y de insumos, sin criterios ni procedimientos diseñados para producir
un resultado esperado. Esta lleva, en el caso de productos terminados,
a la insatisfacción de pedidos de clientes con casos estudiados
en que la insatisfacción llega a 10% de ellos con exceso de
inventario, al mismo tiempo, siendo una cifra típica de inventario
promedio de entre dos y tres meses de venta. Por otro lado, en cuanto
a insumos, se producen frecuentes paradas de las líneas de producción
por falta de éstos y, al mismo tiempo, hay exceso de lo que no se
ocupa. Por ejemplo, un caso reciente en una importante empresa mediana,
que analizó este problema, calculó en medio millón de dólares anuales
el costo asociado a la detención de máquinas por falta de insumos
o repuestos.
La
razón detrás de muchos de los problemas ejemplificados es que en
estas empresas no se hacen proyecciones informadas y rigurosas del
volumen de actividades esperadas a futuro y no se planifica en base
a ello que era exactamente lo que ocurría en el caso de la
empresa industrial del Punto 7.13, lo cual hace necesario
que trabajen "a ojo". Ahora, los patrones proponen, y
esto se ha mostrado factible en la práctica en innumerables casos,
que se pronostique la actividad futura, usando métodos analíticos
universalmente disponibles en software estándar. Por ejemplo, hay
varias decenas de casos documentados en memorias que muestran la
factibilidad de pronosticar ventas futuras con un margen de error
relativamente bajo, pero son poquísimas las empresas que usan tales
métodos.
Situaciones
como las descritas se reproducen en bancos con trámites y
demoras innecesarios en el procesamiento de transacciones,
compañías de seguros con sistemas computacionales inadecuados,
duplicados e inconsistentes que demoran el proceso y en la
mayoría de las empresas de servicios de todo tamaño.
Por
lo tanto, el potencial de mejora de servicio y de incremento de
productividad en empresas que no tienen replicación es también muy
significativo.
Consecuentemente,
existe, lo que este he denominado, una "mina de oro" asociada
a la mejora de procesos. Lo que faltaba era un enfoque que hiciera
viable el explotar esta riqueza. Creemos que el enfoque de patrones
provee un método apropiado para convertirla en beneficio social
o privado. El que se materialice tal beneficio no sólo tiene consecuencias
de mayor generación de riqueza, sino que está relacionado con el
más trascendental objetivo de hacer las organizaciones más competitivas
en un mundo globalizado que así lo exige.
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